viernes, 20 de noviembre de 2009

Misterios




En estas horas sin luz, en las que no estás presente, mi alma vuela buscándote en ese espacio infinito, enigmático, intangible, donde sólo sé de un paisaje inventado en mis adentros - con vientos fríos, implacables, que arremeten contra mis anhelos. Una cabaña aislada del mundo a la que no llegan las voces; senderos ocultos cubiertos de nieve; montañas que amurallan sin piedad la plenitud del amor. Pero las trasciendo con el poder de la mente... Y te encuentro... Llego hasta ti, profano el silencio; resquebrajo los bordes de las congeladas sensaciones en la invocación del acercamiento. Amarro tu nombre a mi verbo, lo posesiono y lo someto al calor de mis fuegos internos. Comienza el deshielo, bebo de esas aguas con avidez. Acaricio palmo a palmo tu cuerpo, invado con mi boca tus misterios.
Y vuelves a mí, desde antes, mucho antes de los comienzos...

Como ayer, como hoy, como siempre...